La identidad como la conciencia definida de
estar unidos, lleva a los individuos a sentir un interés por lo que sucede a
los otros integrantes del grupo. El individuo siente que pertenece al grupo,
que es parte de éste y que tiene un interés común en él. Hay una relación entre
la identidad con un grupo y la participación en el mismo, pues una mayor
identificación estimula la participación. La participación en el proceso de
análisis y de concertación de decisiones da como resultado una mejor
resistencia a los cambios, menor abandono de las funciones por parte de los
integrantes del grupo y genera una mayor productividad.